El Atrio Exterior

Esta sección era la única accesible para el pueblo en general. Allí había dos muebles. Uno era el altar del sacrificio, usado para quemar los animales sacrificados. El otro, la fuente o lavacro, usada por el sacerdote oficiante para lavarse antes de ministrar en favor del pueblo.

A pesar de lo que estaba a la vista, de los ruidos y del olor que había en este lugar, las lecciones eran muy profundas. Aquí comenzaba la búsqueda de la redención por parte del pecador. A este lugar venía con un cordero sustituto ante el sacerdote oficiante, ponía su mano sobre la cabeza de la inocente víctima, confesaba sus pecados y, entonces, con sus propias manos quitaba la vida del sustituto. Después de participar tanto como pudiera, el sacerdote oficiante tomaba a su cargo el resto y con la sangre del inocente cordero procedía a la expiación en favor del pecador.


Seja o primeiro a comentar

Publicar un comentario

¿Quieres apoyar nuestro ministerio?

Powered By Blogger

Santuario Iglesia Adventista © 2008. Template by Dicas Blogger.

TOPO